martes, 30 de marzo de 2010

Engranaje del puzzle (1)

Supongo que los que nos conocéis más sabéis que, siempre que viajamos, parece que tenemos una estrella que viaja con nosotros y nos pone en el camino gente especial y situaciones especiales. Este viaje no iba a ser la excepción y como en un puzzle, las piezas han ido encajando una a una, cada una cumpliendo su misión sin saber de la misión de la pieza de al lado.

Anabel, amiga de Iñaki, recorrió con él una noche la zona donde se encuentran las editoriales, preguntando en cada una la manera de contactar y el nombre del responsable.

Pedro, encargado de una de ellas, se ofreció a ir a la Editorial Susaeta al día siguiente porque creía que tenían mochilas.

En Susaeta, Aquilino, leonés, casualmente anterior presidente de Fe y Alegría (la institución que se hace cargo del material escolar) y su hijo Carlos, actual secretario, al enterarse para qué era el material, no sólo nos hicieron precio costo, sino que nos regalaron un montón de cartulinas, folios, pintura de dedo, lápices de colores y otro material. Además, contactaron con la fábrica de cuadernos Indusnig, su proveedor habitual, y mientras nos ofrecían un rico café, negociaron el precio de los cuadernos como si fuera para ellos, o más duramente, diría yo, para que sólo tuviéramos que ir a recogerlos y no preocuparnos por eso. Y por si fuera poco, llamaron a un distribuidor de papelería, Medina, le contaron para qué era el material y nos mandaron para allá, llevándonos en su coche

La suerte nos sonreía. Llegamos a la librería Medina y allí entretuvimos a su dueño, Medina, durante casi cuatro horas haciendo números, poniendo material, quitando, añadiendo sacapuntas, gomas, buscando en el almacén… hasta cuadrar todo, dejarlo embalado y darnos cuenta de que eran las 4 de la tarde y no habíamos comido (ni él, ni nosotros).

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